II Encuentro con Productores: Morlaco Beer
El viernes por la tarde una manada de morlacos entró en tromba en la tienda y nos dejaron dos horas de disfrute cervecero y secretos de cocina.
Borja y David de Morlaco Beer llegaron desde Mutilva Baja con sus 5 criaturas bajo el brazo dispuestos a dejarse interrogar sobre qué hacen y cómo lo hacen. Fue una escalada de sabor en la que recorrimos diferentes zonas de la vieja Iruña, desde las refrescantes calles de San Cernin hasta los negros adoquines de la Estafeta pasando por un británico baluarte del Redín, una americana plaza de Navarrería y un frontón de Labrit sembrado de trigo.
Según la Denominación de Origen de Ternera de Navarra Morlaco Beer están en el punto perfecto para hincarles el diente, ya que Marzo/Abril cumplen un año etiquetando sus caldos. El cumpleaños va a coincidir (esperamos y os deseamos suerte) con la inauguración de sus propias instalaciones en Mutilva Baja, en las cuales están trabajando día y noche (damos fe).
El encierro empezó con una breve explicación de cómo los tres socios-amigos decidieron lanzarse a la piscina cervecera en 2014 a raíz de los experimentos que Borja hacía en su laboratorio casero y el interés que esos experimentos suscitaron en su entorno. Tras una carrera contrarreloj para diseñar el nombre, etiquetas, añadir recetas y experimentar con las ya existentes, la primavera de 2015 va a ser una gran estación para la manada: Fábrica propia, nuevas etiquetas y alguna receta nueva en el laboratorio que no sabemos si atrevernos a revelar.
Con las gargantas secas y metidos en ambiente sacamos de la cámara al primer morlaco de la tarde. La San Cernin es la más suave de la familia, una Golden Ale de 18 IBUs (Unidad Internacional de Amargor – Escala que mide el amargor de 0 a 100 puntos) y 4,8% de alcohol que refrescó nuestros gaznates mientras enredábamos con el lúpulo East Kent Goldings y la malta que utilizan para elaborarla. De espuma ligera y de rápida reducción la San Cernin invita al trago largo gracias al ligero amargor y los toques cítricos. La etiqueta nueva incluye a un morlaco algo irreverente agarrando por el cuello al gallico de San Cernin con intenciones de echarlo a la cazuela. Buena cerveza para empezar la tarde.
Después de comer un poco le llegó el turno a la Redín. La English Pale Ale rojiza que nos encontramos en las copas subió el amargor hasta los 25 IBUs y alcohol al 5%. Las maltas tostadas le dan a ésta cerveza un aspecto muy bonito que mantiene la claridad. El sabor de ésta cerveza es “redondo” y más potente que el de su hermana Golden pero manteniendo el equilibrio. Una etiqueta con un morlaco vestido con el traje del ejército navarro con poca pinta de dejar pasar a los franceses será la nueva imagen de la Redín próximamente.
La Navarrería llegó a las copas como una versión americana de su hermana. La American Pale Ale de Morlaco utiliza lúpulo Amarillo lo que le aporta notas cítricas y dry-hopping (técnica que consiste en añadir lúpulo durante la maduración) lo que le aporta más aroma que a sus hermanas. Es una cerveza más seca y con más cuerpo que deja un sabor más persistente en la boca. Un morlaco harrijasotzaile que ha cambiando las piedras por un barril de cerveza será el encargado de vestir las botellas de Navarrería dentro de poco.
Desde ahí nos fuimos al Labrit para disfrutar de una cerveza elaborada con un 60% de trigo, naranja amarga, clavo… y un ingrediente que no conseguimos identificar y que nos quedamos sin saber ya que ninguno nos atrevimos a intentar adivinar. Cerveza sorprendente con matices más dulces de lo que nos esperábamos en una cerveza de trigo y una espuma impresionante. Creo recordar que en ésta también utilizan dry-hopping. Un toro pelotari con ganas de encontrarse a Irujo o a Olaizola en pleno frontón será el encargado de poner cara a la Labrit.
La Estafeta llevaba un rato fuera de la cámara templándose un poco y le teníamos muchas ganas, así que después de un pintxo y un rato de charla fuimos a por ella. La Estafeta es una Imperial Stout de 8,5% de alcohol en la que sus 69 IBUs están muy bien equilibrados con el dulzor torrefacto de las 8 maltas utilizadas. Se nota que en Morlaco están orgullosos de ella y no es para menos. Es una cerveza fuerte muy equilibrada, el alcohol aparece suave en el sabor, los matices a café, regaliz y caramelo son proporcionados y el alto amargor se convierte en suave gracias al equilibrio que consigue con las maltas. Cervezón para terminar una tarde que se nos hizo muy corta.
David y Borja se despidieron haciendo un alegato a la infidelidad cervecera que compartimos plenamente. Hicieron una llamada a preguntar en bares y restaurantes por la carta de cervezas, a no quedarnos sólo con las que sabemos que nos gustan y atrevernos a probar de todo. Ser infieles con las cervezas que nos gustan (nos gustó la manera de expresar la idea) nos ayuda a descubrir productores y estilos nuevos. Cierto es que algunas nos gustarán y otras no, que algunas nos parecerán cervezones y otras serán decepciones, pero compartimos la idea de que detrás de cada botella de cerveza hay un montón de posibles reacciones que si no las probamos nos estaremos perdiendo.
¡¡¡Salud y hasta la próxima!!!
No hay comentarios