¿Qué… la hacemos?
Si estás leyendo esto es porque te gusta la cerveza pero… ¿sabes cómo se hace?, ¿te atreverías a intentar a hacer la tuya?.
En esta sección del blog queremos animaros a que lo intentéis (si no habéis hecho nunca), a que contéis que tal os ha ido (si habéis hecho un par de veces) y a que nos deis consejos (si ya habéis hecho muchas veces y le tenéis pillado el truco). Colgaremos recetas y explicaremos nuestras experiencias, os animamos a que hagáis lo mismo.
Antes de explicar un poco el proceso, solo un consejo:
“WEIHENSTEPHAN LLEVA HACIENDO CERVEZA 975 AÑOS Y YO EMPIEZO HOY”
Cuando te vayas a poner a cocinar tu primera cerveza ten claro que es LA PRIMERA CERVEZA. Lo mas probable es que salga una cerveza rica pero con muchos matices que queramos corregir. La disfrutaremos, la compartiremos con los amigos y a todos nos gustará porque habremos alucinado con que se pueda beber y encima esté rica. La siguiente que hagamos será mejor, porque ya nos habremos dado cuenta de algunos pasos que podemos mejorar y tendremos el proceso mas controlado y habremos buscado como mejorar el control en cada paso que damos.
¿Que necesitamos?. Hay infinidad de utensilios que nos irán facilitando el proceso conforme vayamos avanzando en el mundo de la elaboración cervecera, pero el equipo básico para empezar es sencillo y fácil de encontrar en tiendas o páginas especializadas:
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Una cazuela (de tamaño proporcionado a la cantidad que queramos hacer)
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Una bolsa de maceración de malta
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Escurridor
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Colador grande o bolsas de cocción para el lúpulo.
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Peso
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Espumadera para remover
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Un termómetro que alcance los 110º
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Densímetro y probeta.
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Un fermentador con grifo y airlock.
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Botellas
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Chapas
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Chapadora
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Esterilizador
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Ingredientes: Agua, malta, lúpulo y levadura
¿Cómo lo hacemos?
Lo más importante a la hora de hacer cerveza es la higiene, ya que el mosto que vamos a preparar es el ambiente ideal para que trabaje la levadura pero también para bacterias que pueden afectar e incluso estropear la cerveza. Así que todo lo que vayamos a utilizar tiene que estar bien limpio y esterilizado (es necesario utilizar un esterilizador de uso alimentario que podréis encontrar fácilmente).
El proceso para principiantes es sencillo, son 8 pasos básicos:
1 – Maceración: En éste primer paso vamos a hacer una infusión con agua y las maltas que vayamos a utilizar. Meteremos la malta en la bolsa de maceración y la pondremos en la cazuela con agua a 65-68º durante una hora mas o menos (depende de la receta). Esta temperatura es la ideal para extraer del grano los azúcares fermentables. Pasado el tiempo que marque la receta sacamos la bolsa y la dejamos sobre el escurridor encima de la cazuela.
*(También se pueden hacer maceraciones de temperaturas escalonadas subiendo la temperatura poco a poco según marque la receta)
2 – El lavado: Consiste en utilizar el agua que no hayamos utilizado para la maceración sobre el grano que tenemos escurriendo para aprovechar los azúcares que queden en el grano. La temperatura del agua con la que vamos a lavar el grano debería rondar los 75º, mas suave es menos eficaz y mas alta puede aportar sabores fuertes)
*(En las recetas que iremos colgando indicaremos la cantidad de agua que utilizaremos tanto para la maceración como para el lavado. Hay tratamientos más avanzados para medir la dureza del agua y adecuarla a lo que queramos, pero por lo menos es bueno dejarla reposando durante las 24 horas previas a su uso para que evapore el cloro o hervirla durante 30min)
3 – Ebullición: Una vez lavado el grano pondremos a hervir el mosto y le añadiremos el lúpulo. Tiene que hervir al menos (según receta) una hora. Durante esa hora le iremos añadiendo lúpulo en diferentes cantidades (según receta). Para hacernos una idea general, las primeras adiciones de lúpulo (cuando el mosto rompe a hervir) le van a aportar amargor a nuestra cerveza, las intermedias (a falta de unos minutos) le van a aportar sabor y las finales (una vez apagado el fuego) van a aportar aromas. Ya podemos pasar el mosto al fermentador utilizando un colador para quitar el lúpulo del mosto. Es importante enfriar el mosto lo más rápido posible. El mosto está esterilizado por la cocción pero es vulnerable a bacterias que pueda haber en el ambiente, por eso a partir de este momento es muy importante que todo lo que vaya a estar en contacto con el mosto (fermentador, espumaderas, colador…) esté esterilizado.
*(Para enfriar el mosto lo mejor es utilizar un enfriador, pero si no tenemos uno lo podemos hacer en el fregadero con agua y hielo).
*(Si vamos a utilizar densímetro para calcular el alcohol que tendrá nuestra cerveza hay que hacer una medición en este punto. Se toma una muestra en la probeta, se introduce el densímetro y apuntamos el dato que marque, lo que nos indica la Gravedad Inicial)
4 – Adición de levadura: Mientras enfriamos el mosto aprovecharemos para activar la levadura. Esto es un mundo, pero como es la primera vez que hacemos y seguramente utilizaremos levadura seca es un proceso sencillo). Necesitaremos agua hervida y templada a 20º. Añadiremos la levadura (según receta) y la dejaremos “despertar” durante 15/20 minutos. Una vez que la temperatura del mosto y del agua con levadura sean la misma podemos echar el agua con levadura al mosto y cerrar el fermentador.
5 – Fermentación: Durante este paso hay que mantener el fermentador a una temperatura constante (según levadura y receta). Esta fase dura en general entre 7 /12 días mas o menos (según receta y levadura). A lo largo de esos días la levadura se va a “comer” los azúcares del mosto y va a “cocinar” nuestra cerveza
*Durante la primera fase las células de levadura empiezan a multiplicarse (24h) pasado ese tiempo debería haberse formado una capa de espuma. La segunda fase es en la que la levadura fermenta los azúcares del mosto y genera alcohol y CO2. Dura varios días durante los cuales la capa de espuma disminuirá. Durante la tercera fase la levadura elimina subproductos no deseados, ayudando a obtener una cerveza de sabor más limpio.
*Una vez finalizada la fermentación tomaremos una muestra de mosto y volveremos a medir la densidad, obteniendo la Gravedad Final. Ya podemos calcular el alcohol de la siguiente manera:
Gravedad Inicial menos Gravedad Final multiplicado por 105 y multiplicado por 1,25.
Ejemplo GI 1,050 – GF 1,010 = 0,040 x 105 = 4,2 x 1,25 = 5,25%
6 – Cebado y embotellado: Ya tenemos cerveza con alcohol, pero le falta el C02. Para conseguirlo herviremos agua suficiente para disolver entre 4 / 8 gramos de azúcar (según receta) por litro de cerveza que tengamos en el fermentador. Una vez disuelto el azúcar dejaremos enfriar la mezcla y cuando iguale la temperatura de la cerveza lo añadiremos al fermentador. Removeremos un poco (con cuidado para no remover los posos que hay en el fondo del fermentador) y dejaremos reposar unos minutos. Mientras tanto limpiaremos y esterilizaremos tanto las botellas como las chapas y las dejaremos escurriendo. Una vez escurridas iremos llenando las botellas a través del grifo del fermentador intentando no oxigenar mucho la cerveza (intentando que no salga espuma). Llenaremos las botellas dejando aproximadamente dos dedos hasta el borde de la botella y pondremos la chapa.
*Para no oxigenar la cerveza al llenar las botellas es conveniente empalmar un tubo de goma al grifo del fermentador de manera que llegue hasta el fondo de la botella y saque menos espuma.
7 – Acondicionamiento: Una vez cerradas todas las botellas, hay que guardarlas en un lugar oscuro y a temperatura mas o menos constante. En esta fase la levadura producirá CO2 y la cerveza y irá “madurando”, estabilizando sabores y aromas. Esta fase dura generalmente entre 3 y 12 semanas (según receta).
8 – Disfrute: Una vez pasado ese tiempo, ya podemos quitarle la chapa y disfrutar de nuestra primera cerveza. ¡¡¡¡SALUD!!!!
Estos son los pasos básicos con los que nosotros empezamos a hacer cerveza. En todos se puede concretar y precisar mucho para controlar que el resultado sea el que queremos, pero para la primera vez servirán. Iremos publicando artículos mas detallados sobra cada uno de los pasos para ir profundizando en el mundo de la cerveza casera. Os animamos a que nos contéis vuestras experiencias, aportéis vuestras recetas, corrijáis los errores que veáis que hemos podido cometer y disfrutéis de cocinar vuestra cerveza.
¡¡¡¡SALUD!!!!
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